Cuando las energías renovables aprenden de la naturaleza
Árboles solares inspirados en la espiral de Fibonacci, aerogeneradores que aprenden de las ballenas o paneles solares basados en las mariposas son algunos ejemplos.
Árboles solares inspirados en la espiral de Fibonacci, aerogeneradores que aprenden de las ballenas o paneles solares basados en las mariposas son algunos ejemplos.
Una investigadora estadounidense ha recurrido al potencial de las moléculas vegetales para desarrollar una nueva generación de paneles fotovoltaicos.
Gracias a la biomimética, un grupo de científicos ha desarrollado un catalizador más eficiente con la forma de los tallos del nopal para producir hidrógeno verde de manera más eficiente.
La aparición de materiales de construcción innovadores, muchas veces inspirados en plantas e insectos, ofrece alternativas constructivas
Positiva en energía, negativa en carbono, esta torre que imita el baobab es un ejemplo de arquitectura biomimética e integración con el entorno.
Las estructuras de los termiteros dan la clave para construir edificios biomiméticos impresos en 3D, con ventilación pasiva y neutros en carbono.
Una investigadora ha imitado las estructuras de sus espinas para crear un nuevo nanomaterial que permite obtener agua potable sin electricidad
Un prototipo de Airbus imita el batir de las alas de pájaro y se suma a la lista de ejemplos de biomimética, la disciplina inspirada en la naturaleza.
Inspirado en el cangrejo topo del Pacífico, el nuevo robot tunelador permitirá analizar y monitorizar terrenos, incluyendo el lecho marino.
Un innovador dron en miniatura emula la eficiencia de las semillas de arce, que viajan girando como aspas de helicóptero.
En un nuevo ejemplo de biomimética, se ha desarrollado un “código de barras” integrado en prendas inteligentes e inspirado en las alas de mariposa.
Los robots blandos desarrollados por un equipo de investigadores son biodegradables, comestibles y maleables, y se imprimen con biotintas a partir de algas.
Nuevas baterías sostenibles, robots biodegradables o drones basados en las semillas del arce son algunas de las múltiples innovaciones científicas del año.